16 de enero de 2011

A orillas del Río Piedra me senté y lloré (Paulo Coelho)


Este libro lo compré una mañana en un aeropuerto, después de despedirme de una persona a la que quiero desde lo más profundo de mi corazón. Quizá no estuviese a orillas del Río Piedra, pero las ganas de llorar eran reales. Aquí os dejo un trocito que enamoró mis ojos:

El amor es siempre nuevo. No importa que amemos una, dos, diez veces en la vida: siempre estamos ante una situación que no conocemos. El amor puede llevarnos al infierno o al paraíso, pero siempre nos lleva a algún sitio. Es necesario aceptarlo, pues es el alimento de nuestra existencia. Si nos negamos, moriremos de hambre viendo las ramas del árbol de la vida cargadas, sin coraje para estirar la mano y coger los frutos. Es necesario buscar el amor donde esté, aunque eso signifique horas, días, semanas de decepción y tristeza.

Porque en el momento en que salimos en busca del amor, el amor también sale a nuestro encuentro.

Y nos salva.



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